El mejor tiempo es el que no pasa,
cuando estoy a tu lado el cielo baja
para que lo roce con las yemas de los dedos
mirando tus ojos,
que me devuelven a la vida
tras un desierto de soledad y oscuridad
en el que soñaba con encontrarte,
preguntándole a las estrellas por ti
viendo como las nubes tapaban la luna
y recordando tu pelo bañado por su luz.
No soy capaz de olvidarte,
aun cuando más lejos te tengo,
mi corazón más fuerte late por ti
y solo puedo morir,
y morir en el olvido
de recordarte siempre
y de vivir dormido.
Dormido en un sueño del que no quiero despertar,
porque en él estás conmigo,
intentaré no perderte jamás.
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